UN MONUMENTO HEROICO

DARLE VALOR A UN LUGAR, A UNA LUCHA.
Por agustina Verano
No han pasado muchos años de aquella movilización ferroviaria de 1961, que no solo resistió en la ciudad de Santa Fe, sino en diversas provincias del país los accionares de un presidente que poca importancia le daba a esos ramales construidos y trabajados por millares de familias, cuál único sustento se basaba en esos rieles cargados de trabajo y necesidades.

Son 50 los años que se cumplen, que se conmemoran, que se recuerdan de aquella valiente hazaña.
Y es precisamente, en la ciudad de Reynaldo Cullen, - mejor conocida como “Laguna Paiva”- ,una ciudad cargada de historia ferroviaria, donde se levanta un homenaje a esta resistencia poco difundida por los medios de comunicación, por la sociedad.



Este homenaje, no olvida nombres, ni contexto, ni tiempo. Este monumento no olvida las duras circunstancias en que trabajadores y trabajadores luchaban para defender una causa que lejos estaba de ser individual,  para aferrarse a una  resistencia colectiva que permitió (por un tiempo más) mantener activa su tan proclamada fuente de trabajo.

Dicho homenaje es llevado a cabo por todos los habitantes de esa ciudad, pero construido por alumnos de la escuela técnica 458 de Laguna Paiva, quienes absorbiendo cada detalle de la historia llegaron a reconstruir mediante pedazos de lata y  memoria, la figura de tres protagonistas fundamentales en esta lucha: tres mujeres que representan a las tantas que impidieron el paso de un tren que mediante rieles construidos por trabajadores ferroviarios intentaba debilitar la medida de fuerza dispuesta hasta ese entonces.

Esta escultura rescata la importancia de estas mujeres en dicho proceso de lucha. A simple vista se puede observar a las heroicas mujeres sosteniendo un riel. Pero al ir más allá de lo visible, se puede descubrir el coraje, la valentía de éstas, que no solo sostienen el riel, sino que sostienen la lucha de sus hijos, de sus maridos, de sus padres, que por las políticas represoras de ese entonces no les permitían protagonizar.

También se puede notar con una simple ojeada, que esta escultura que homenajea el tiempo ,ha sido construida más allá de los libros de historia que lo puedan contar. Es a través de ella que se retratan los años duros en el que el pueblo paivense estuvo inmerso por aquellos años, como también la valentía de aquellas mujeres que no solo luchaban por la fuente de trabajo de sus maridos, padres o hijos, sino también por romper con esas políticas que querían desestabilizar lo que tanto costó construir.

Esta conmemoración descansa sobre la plaza central de la ciudad de la laguna. Y, no es casualidad la elección del lugar: es allí donde comienza la lucha  y se genera esta movilización que se conmemora después de tantos pocos años.

El homenaje es celebrado el 11 de noviembre de 2011  por todo el pueblo de paiva, junto a representantes municipales que apoyaron el proyecto, y alumnos de la escuela técnica 458 mediante un festejo que pareciera ir a la par con los reclamos de esos años atrás.

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