GRUPO CINE DE LA BASE EN ROSARIO

ELLOS REALMENTE MORIAN
  Por Eleonora Vivas

     La primera historia que escuche del PRT-ERP fue Trelew estaba mirando un documental donde sonaban nombres que ya había escuchado , Agustín Tosco , la organización Montoneros pero el descubrimiento del ERP fue de una alegría ¡ Una guerrilla marxista leninista en Argentina!. Me alegre históricamente, románticamente, utópicamente y empecé tratar de conseguir información, toda la que pudiera. Ahí descubrí que el ERP había estado todo el tiempo alrededor mío.
     Pablo Pozzi en su trabajo, La influencia del guevarismo en el PRT-ERP de Argentina nos dice: “El PRT fue conformado por la fusión de dos grupos. Uno fue el FRIP (Frente Revolucionario Indo americano Popular), dirigido por Francisco, Asdrúbal Santucho y su hermano Mario Roberto. Este grupo organizaba a los hacheros y los obreros azucareros del noroeste argentino, publicaba un periódico en castellano con expresiones en quechua, y admiraba al APRA peruano y a la Revolución Cubana.
      El segundo grupo fue Palabra Obrera, una organización trotskista en Buenos Aires, Córdoba, Tucumán y Rosario dirigida por Nahuel Moreno, con trabajo entre estudiantes universitarios y obreros industriales, y vínculos con la Resistencia Peronista. Establecido en 19655, y a pesar de no ser una organización muy numerosa, el PRT tenía influencia en once sindicatos azucareros pertenecientes a la FOTIA, y elegió dos diputados provinciales en Tucumán en 1965. A partir de 1966 la dictadura de Onganía cerró muchos ingenios azucareros y provocó una gran cantidad de despidos entre los trabajadores del transporte.  
     Particularmente en Tucumán, el PRT estuvo muy involucrado en las luchas contra los cierres de los ingenios…Los alineamientos internos no se correspondieron, necesariamente, con la posición ideológica sustentada antes de la fusión de los dos grupos. Si bien los militantes del FRIP se sentían más cercanos al Che y a la Revolución Cubana, la base de Palabra Obrera también había sido influida por el guevarismo.
      En 1968 el PRT se dividió en dos. El sector dirigido por Santucho comenzó a organizar y desarrollar la lucha armada, fundando finalmente el ERP en 1970, y distanciándose definitivamente del trotskismo en 1973.10 Entre 1970 y 1973 fue el grupo guerrillero más activo de la Argentina.” Compre en una feria del libro Hombres y mujeres del PRT-ERP , en el cual Luis Mattini cuenta , entre otras cosas , la fundación del ERP en el V congreso del PRT :”
     La elección de la regional que tuvo la responsabilidad de elegir el Congreso revela ya que la presión militarista era la dominante en la tendencia leninista”…”el Congreso tenía como misión fundamental lanzar el Partido al combate militar , por la tanto nada mejor que se llevara a cabo en el lugar físico donde las operaciones armadas estaban más desarrolladas e impregnaran las sesiones del espíritu de combatividad”.
     El congreso se llevo a cabo en los últimos días de junio , lo había organizado la seccional Rosario y el lugar fue una finca abandonada sobre las islas Lechiguanas en el extremo norte del Delta del Paraná , Frente a la ciudad de San Nicolás.
El ERP se había formado en las islas que me críe mirando , ¿ Cómo no nos enseñan? ¡Cómo no nos cuentan!. Empecé a hablar con todos los que podía del tema , el primero fue mi viejo , la sorpresa fue cuando me dijo : yo me salve de pedo negra .
No porque haya sido militante sino porque él trabajaba en ACINDAR en la época del “Villazo” , donde un sindicato independentista “ La marrón” le había ganado a la burocrática “lista rosa” peronista . El colectivo que no se tomo para ir a laburar por hacer un cambio de turno fue el primero que se secuestro por parte de la Triple A.
“La marrón” era PRT-ERP. Y así siguieron las conversaciones me dí cuenta que estaba el padre de , el hijo de , el hermano de , todos ERP.
Sigue contando Mattini “Entre Octubre de 1970 y marzo de 1971 el PRT-ERP, paso de ser una secta trotskista con más de diez años de vida vegetativa, en alguno de los sectores del sindicalismo y el estudiantado, a ser la organización más conocida en el orden nacional “.
     Ellos realmente murieron , sus palabras no estaban vacías y las respaldaban con acciones , “revolución o muerte” era eso y murieron. Leyendo una nota sobre Gleyzer me enteré que los torturadores del último golpe militar a los militantes del PRT-ERP los definían cómo “los irrecuperables”. Hay que tener mucho para ser un irrecuperable ante un grupo de torturadores.
Si me preguntaran a mi no hay frase que le quede mejor al ERP que : “ En la cancha se ven los pingos”. Estos pingos corrieron todos.



LA OBRA DEL GRUPO    
     Por Daniela Nuñez Correa

      Aunque pocas personas parecen recodarlo, la primera gran manifestación del Cine de la Base se dio en Rosario. Fue en 1971, cuando el Ejército Revolucionario de los Trabajadores (ERP) secuestró a Stanley Sylvester, gerente del frigorífico Swift y cónsul británico honorario y dio a conocer lo sucedido mediante un comunicado audiovisual firmado por el grupo.


      El PRT-ERP había nacido casi rosarino, ahí nomás, en una isla frente a San Nicolás y en 1971 realizó una de sus más importantes acciones justamente en Rosario: secuestró a Sylvester y exigió a cambio de su libertad un rescate que incluía la reincorporación de trabajadores a la planta y la entrega de una indemnización (alimentos, frazadas y útiles escolares) a los obreros.
Durante la captura de Sylvester, el grupo difundió siete comunicados y lo sucedido quedó registrado en Swift, un corto de Raymundo Gleyzer.  Era el puntapié inicial para la aparición del Cine de la Base. Podemos sostener entonces que la génesis de este grupo estuvo fuertemente influenciada por lo sucedido en Rosario. De no haberse dado el secuestro, el ERP no habría necesitado hacer un comunicado y Gleyzer no se habría visto obligado a formar el grupo de trabajo que se convertiría en los cimientos del grupo Cine de la Base.
     El Cine de la Base fue uno de los dos grandes núcleos de cine político argentino en los 70. El otro fue el Cine Liberación encabezado por Fernando “Pino” Solanas y Octavio Getino y que había hecho “La hora de los hornos”. Gleyzer colaboraba con el otro grupo, pero había diferencias entre ellos, sobre todo luego del cambio del final de “La hora de los hornos”.
Mientras que el grupo «Cine Liberación» suavizó su radicalismo político después del regreso de Perón a la Argentina, el Cine de la Base se mantuvo firme en su postura socialista, obrera y popular.
     Justamente en 1971, Gleyzer le escribía una carta a un amigo mexicano a quien le decía: “De allí que aunque totalmente de acuerdo con las postulaciones de Getino y Solanas (en general y no en particular) no me interesa tanto el elemento cultural que pueda irradiar una obra tercermundista sino su instrumentación política, con la Revolución, desde dentro de la Revolución. Pero, ojo: no la Revolución en abstracto, la Revolución que nos gustaría, sino la que uno, como ser humano, hace. O te juegas entero por la Revolución Socialista o te dedicas a realizar un cine tercermundista y andas escribiendo tu idea sobre lo que hay que hacer, sin hacerlo personalmente”,
     Para el grupo de Gleyzer, el cine tenía que ser revolucionario y ubicarse dentro de una estructura revolucionaria de lucha de clases, sino no tenía demasiado sentido. Para Gleyzer, esa estructura era, en un principio, el Frente de Trabajadores de la Cultura (FALTRAC), parte del PRT-ERP y más tarde, el grupo Cine de la Base.
Si bien FATRAC no duró mucho tiempo, le permitió a Gleyzer consolidar un grupo de trabajo con el realizador Álvaro Melián y con el sonidista Nerio Barberis, con quienes realizó los comunicados y los posteriores largometrajes.
     Después de los comunicados llegaría la decisión de hacer películas con un lenguaje narrativo más clásico, de mayor alcance pero con espíritu combativo.
“Swift” y el comunicado sobre el asalto al Banco Nacional de Desarrollo son dos films que, hasta el día de hoy, suelen ser pasados de largo a la hora de revisar la filmografía de Gleyzer, sobre todo debido a que tuvieron una circulación muy restringida en Argentina: solo se vieron en reuniones de cuadros de vanguardia del ERP en fábricas o sindicatos. Pero su importancia es fundamental: es a partir de ellos que el Cine de la Base se consolida y encuentra su verdadero propósito: asistir en la lucha obrera desde la clandestinidad. Este cine tenía que funcionar como una fuerza de contrainformación que mostrara las manifestaciones y conflictos que enfrentaba el ERP.
     El largometraje que inaugura el grupo es “Los traidores”, una ficción en tono documental sobre la corrupción y la burocracia. Cine de la Base surge, según el mismo Nerio Barberis, “como un grupo cuya función era distribuir los materiales que se producían. Básicamente para que “Los traidores” se pudiera ver. La película estaba hecha, él (Gleyzer) no tenía ningún interés en que la película se diera en una sala: tenía que ir a la base y la base no iba al cine. Al cine iba la clase media”
     Es por eso que el Cine de la Base proyectaba sus películas en barrios obreros y villas, en facultades y departamentos. Cuando hacía exhibiciones para la clase media, pedía una colaboración voluntaria, pero en todos los casos el film tenía que servir como disparador para la discusión política. Juan Greco, ex integrante del grupo, sostiene que ellos hablaban a través de su obra y no bajaban línea en el debate.
“Nosotros no capitalizábamos esa acción, la capitalizaba la gente. Éramos mediadores y hablábamos a través del cine. Después había un responsable político del partido en la villa o en el barrio y él manejaba esa línea de discusión, que por lo general pasaba por los problemas que la gente tenía en ese momento.”, relata en un texto de Peña.
     La película pasaba a ser el disparador de un hecho político. A partir de ella se debatía y de ahí se derivaban decisiones acerca de las medidas que tomarían las fuerzas revolucionarias. Era por eso que el cine, para este grupo, tenía que estar profundamente relacionado con organizaciones como el ERP.
     Y todo comenzó con el primer comunicado realizado en Rosario. De no haberse dado el secuestro de Sylvester, quién sabe si el grupo de Cine de la Base hubiera llegado a formarse. Si bien el trabajo del grupo se extendió con el tiempo, no podemos dejar de lado estas primeras expresiones del cine político de Gleyzer.






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