En 1950 Rosario tenía cerca de medio millón de
habitantes. Registraba un crecimiento comercial centrado en el puerto.
Asimismo, un desarrollo industrial impulsado por el peronismo a nivel nacional.
Las fábricas y talleres de todas las ramas esparcidos dentro de los límites del
municipio incluyendo zonas suburbanas, generaron un aumento de puestos de
trabajo, y por ende, una mayor inserción de las clases populares. Siguiendo a Luis Alberto Romero: “Los trabajadores se integraron a la nación
de la mano del Estado y a la vez se incorporaron a la sociedad establecida, de
cuyos bienes acumulados aspiraban a disfrutar, con prácticas típicas ya
desarrolladas por quienes, en épocas anteriores, habían seguido el mismo
proceso de integración”.
Por otro lado, a partir de la ley de propiedad
horizontal, el centro comenzaba a optimizar su aspecto arquitectónico.
En este marco, el cine era un auge en cuanto al
incremento del número de salas diseminadas en la ciudad. Dicha proliferación lo
convierte en el principal espectáculo público de la época, que condice con una
etapa de consolidación del cine argentino a partir del aumento de producciones nacionales dirigidas a
un público amplio y popular. “La época de
Perón representa una época muy buena para las producciones locales”,
reconoce Daniel Grecco al respecto. En este sentido, Romero explica: “Al fuerte estímulo a la educación
-principalmente en el nivel medio- se agregó la protección y promoción de las
diversas actividades culturales: conciertos y representaciones teatrales a
precios populares, apertura del Teatro Colón a actividades muy variadas, y una
fuerte protección a la industria cinematográfica, que se sumaron al crecimiento
natural de la radiofonía”.
Pese a ello el nivel artístico de las producciones cinematográficas
nacionales era escaso. “El Estado
distribuía, y el público recibía, junto con los bienes, una dosis masiva de
propaganda”, afirma Romero.
En Rosario, más de veinte millones de espectadores
concurrían cada año. Había dieciocho cines
en el microcentro, cuatro entre los boulevares y mucho más de veinte
distribuidas en los barrios. Durante la década, nuevas salas realizan su apertura: Venus (Arijón 2731),
Claret (Paraguay 2448), Gran Rex (San Martín 1159), Nilo (Sarmiento 1328) y
Rose Marie (Entre Ríos 1264). Grecco
sostiene: “Rosario en ese entonces era la segunda ciudad en cuanto a cantidad de cines” y revela además: “Llegando
a la década del 60 Rosario llega a tener 60 cines, o sea que desde los 50 se
venían sumando salas; estamos hablando de cines parroquiales, cines al aire
libre”.
El espectáculo cinematográfico estaba al alcance de
todos. Cada barrio tenía su cine ya que éstos estaban distribuidos a lo largo y
ancho de la ciudad. “Las primeras
películas se estrenaban en el centro. Había tres circuitos comerciales en y dos
circuitos independientes en el centro. Cuando a las películas les sacaban el
jugo en esa zona, pasaban a los barrios donde el precio variaba”, afirma el
actual gerente del complejo monumental. Asimismo, el precio era accesible y
ofrecía un programa de largas horas de entretenimiento. En este sentido, cabe
destacar la extensión del tiempo ocioso en los sectores populares de la
sociedad propiciada por el peronismo.
Los programas eran de tres películas y hasta una
cuarta si eran cortas. Éstos contaban con gran cantidad de diversos filmes por día, presentando alternativas para todas
las edades y para todos los gustos. Grecco también hace mención de ello: “El cine del barrio tenia
populares-nacionales, populares de acción, de películas románticas; y viernes
sábado y domingo daban las películas que ya estaban en cartelera en los cines
del centro. Los cines de barrio presentaban un popurri de películas y eso hacia
la oferta variada para que la gente fuera varios días en la semana”. Del
mismo modo, se refiere a la accesibilidad del costo al comparar el precio de la
entrada al cine con lo que por esos años representaba lustrarse los zapatos o
tomar un café.
Ir al cine era todo un evento, significaba compartir
un pasatiempo con la familia, un punto de encuentro con amigos y vecinos; un
lugar donde se expresaban las emociones en voz alta.
El teatro y el fútbol de los domingos estaban dentro
del abanico de opciones de esparcimiento y recreación que prometía el período,
pero no alcanzaban la amplia convocatoria de los cines.
Además, empieza a desarrollarse a nivel nacional el
teatro independiente. Según Romero: “Quizá
lo más novedoso de estos años en materia de creación cultural haya sido el auge
del teatro independiente, cultivado por artistas no profesionales, donde
encontró terreno adecuado una renovada producción nacional”.
La televisión aún no estaba instaurada en la
audiencia, recién en la década del 60 se convierte en fenómeno de masas ya que
por esos años el cine ocupaba dicho lugar. En ese entonces comienzan a
difundirse, además, revistas especializadas en cinematografía.
Todavía no había signos de producciones locales
cinematográficas, tal como explica Juan Aguzzi en el libro “Rosarinos en
Pantalla”: “En las décadas anteriores a
las del 70, la producción de cine local fue exigua y, salvo alguna excepción,
no se cuenta con datos fehacientes respecto a materiales de exhibición pública;
a partir de fines de los 60, pudieron verse algunos títulos proyectados en
pequeñas salas frecuentadas por iniciados o practicantes”.
A pesar de ello, el cine representó un fenómeno en la ciudad al
convertirse en un espacio social y cultural que fue actor de la vida cotidiana
de los rosarinos incorporando costumbres y demandando usos: instaurando nuevas
pautas de consumo en la sociedad.
Integrantes:
Bobadilla, Cristian - Dalonse, M. Sofía - García, Juan Manuel -
Guedón, M. Florencia - Taborda, Maira - Zone, Lia.
Bibliografía:
Paralieu, Sydney. “Los cines de Rosario ayer y hoy”,
Fundación Ross, Rosario, 2000.
Remedi,
Claudio. “Apuntes para una historia del cine documental Argentino”.
Romero, Luis Alberto. “Breve historia contemporánea de
la Argentina: tercera edición revisada y actualizada”, Buenos Aires: Fondo de
Cultura Económica, 2012.
Scaglia, Alfredo- Varea, Fernando. “Rosarinos en
pantalla”, Cepic, Argentina, 2008.
Varela, Mirta. “Peronismo y medios: control político,
industria nacional y gusto popular”, Red
de Historia de los Medios.
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